Según modernos investigadores, las malas condiciones de trabajo, no tienen por qué producir una visión defectuosa. Lo único que pueden hacer esas condiciones es agravar una tendencia ya existente, debida a la tensión y contracción de los músculos externos del ojo, de modo que lo que se considera como causa de los problemas oculares, no es más que un factor secundario.
Ante los problemas de miopía, hipermetropía y presbicia, se nos aconseja usar gafas para que nuestra visión sea correcta. Esto soluciona nuestros problemas, pero los ojos se acomodan a esa especie de muletas que son las gafas y los músculos se acostumbran a no trabajar para enfocar los objetos, por lo que cada vez necesitaremos unas gafas más potentes.

La solución perfecta sería utilizar las gafas sólo cuando sometamos a nuestros ojos a un trabajo exhaustivo, dejando de utilizarlas cuando nuestra vista no requiera un esfuerzo extra, para así dejar que los músculos de los ojos trabajen y no se atrofien o acomoden. Eso siempre que nuestra vista nos lo permita.

EL ORDENADOR, nuestro gran aliado para el trabajo, puede ser causa de que nuestros ojos se irriten y acelere nuestros problemas de visión. Buen motivo para revisar nuestra vista al menos una vez al año.
Trataremos de mantener la pantalla al menos a 50 cms. de distancia, quitándole al monitor todo el brillo que podamos.
Como los ojos son para toda la vida, debemos cuidarlos y prestarles unos segundos de atención, que vale la pena perder, a cambio de mantenerlos en perfecto estado.
Esto es válido también para cuando estemos leyendo o estudiando muchas horas, viendo la televisión e incluso conduciendo.
Debemos hacer un alto en el trabajo cada vez que notemos tensión en los ojos. Desviar la vista hacia un objeto cercano, luego a otro más distante y por fin hacia el infinito (que podría ser un punto lejano del techo).
Mantengamos la luz encendida mientras vemos la televisión, para así poder mirar de vez en cuando los objetos de alrededor.
Parpadear más a menudo, para evitar la sequedad.
La tensión muscular también se acumula en nuestros hombros, por lo que no deja circular bien la sangre y nuestro cerebro se ve afectado por ello. No estaría de más relajarlos, así como nuestro cuello y brazos. Y si nos levantamos y damos una vuelta por la habitación, estirando todos nuestros músculos, nuestro cuerpo también nos lo agradecerá.

Deberíamos descansar nuestros ojos cada media o una hora, mientras los sometemos a un trabajo excesivo. Esto lo conseguimos cerrándolos por un momento, pero si efectuamos un PALMEADO, este descanso se verá incrementado. Para palmear nuestros ojos, es necesario sentarse en la posición más cómoda posible, relajarse y cubrir los ojos con las manos, cruzándolas ligeramente y ahuecándolas, sin presionar sobre los ojos. Mientras, relajamos nuestros ojos y nuestra mente.

La vitamina A:
Hay que poner especial atención en aportar a nuestra dieta alimentos ricos en vitamina A. Las mejores fuentes de suministro de esta vitamina son, por orden de valor: Aceite de hígado de bacalao, hígado de ternera, hígado de buey, espinacas, grelos, albaricoques secos, nata, perejil, menta, mantequilla, margarina vitaminada, aceite de ballena, yema de huevo, ciruelas pasas, tomates, queso de Cheddar, lechuga, zanahoria, berros, guisantes verdes, germen de trigo, leche fresca, naranjas, leche pasteurizada y dátiles.

Si queremos aliviar nuestros ojos, haremos el siguiente preparado:

Receta para ojos irritados

Ingredientes:

• 1/2 vasito de agua destilada
• 1/2 cucharadita de Eufrasia
• 3 ó 4 pétalos de Rosa
• 1 pizca de Manzanilla dulce

Preparación: Se hierve el agua destilada. Se ponen la Eufrasia, los pétalos de Rosa y la Manzanilla. Se retira del fuego, se tapa y se deja reposar unos 5 minutos. Se cuela con filtro de papel. Este preparado se conserva por unos días. Se pueden poner 2 gotas en cada ojo de 3 a 6 veces al día. También se pueden hacer baños oculares o aplicar compresas.

Nota: No se debe olvidar, que cuando haya molestias graves, se debe acudir al oculista.